¿Desde cuando no miras a los ojos? pero a los ojos, A LOS OJOS.
No resbalando la mirada por sus ojos, sino internándote en ellos. Buscando sus pensamientos. Buscando en su interior hasta llegar al rincón de sus preguntas.
Da un poco de miedo, ¿no?
Es mas fácil quejarse que entender.
Entender compromete.
Te involucra.
Te obliga a decirte la verdad.
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